LA RESTAURACIÓN DE LAS ENERGÍAS FEMENINA Y MASCULINA EN EL CUERPO.-
Ustedes son los precursores de un nuevo tiempo, son los pioneros. Están dando pasos sobre un terreno nuevo, un territorio inexplorado.
Ustedes quieren vivir desde vuestro corazón y vuestra alma, y quieren familiarizarse con lo que realmente es el amor.
No las imágenes de amor que se
retratan a través de los medios, sino el amor que es más grande y más vasto.
Un
amor que permite que ambos en la pareja sean completamente quienes ellos son.
Un amor como la naturaleza quiso que fuera.
Hagan las paces con vuestro cuerpo, no se resistan más a
aquellas energías que se manifiestan aquí – respétenlas. Vuestra alma está
invitada a danzar con las energías de la Tierra, con las energías de ser una
mujer, de ser un hombre, de estar juntos.
La
energía masculina que fue dominante en
vuestra historia fue en gran medida una energía mental de querer dirigir y
determinar la naturaleza terrestre tanto como la naturaleza humana. Esta forma
de energía quiere restringir y controlar, a menudo por un deseo de poder.
Si
ustedes son agresivos y se enfocan en el control, en el poder y en la
manipulación a través de los procesos mentales, lo femenino enseguida pasa a
ser vuestro enemigo, porque lo femenino es por naturaleza más fluida, más
flexible y más conectada a LAS CUALIDADES DE SENTIMIENTO Y EMOCIÓN.
Lo
femenino es la fuente de toda inspiración.
Ella crea el puente hacia vuestra alma. Vuestra
alma fluye a través de vuestra energía femenina.
La energía masculina está destinada a apoyar esa inspiración, y a hacer posible que esta inspiración llegue a establecerse en el mundo material.
Si miran la figura de un hombre, pueden ver que él vive
parcialmente dentro de un caparazón o armadura. Esta armadura por un
lado le da un sentimiento de seguridad, pero al mismo tiempo lo restringe
porque su corazón se asfixia. Ustedes pueden ver su marea de amor y pasión pero
la corriente no puede fluir muy libremente a través de su armadura; hay una congestión y un bloqueo dentro de él.
No pueden expresar ciertas emociones desde el corazón y no
pueden conectarse verdaderamente con otro. Sientan el dolor que vive ahí, y
también el deseo en él de ser capaz de sentir nuevamente, de vivir desde su
corazón. Pueden decirle a ese hombre, y por lo tanto también a ustedes mismos,
que puede acabar con esa armadura, pieza por pieza, soltándola cada vez más. Que
pueden soltar lo que está ahí en exceso y que ya no es necesario.
Si observan a esta mujer simbólica, lo primero
que ven es que algo está perdido.
La mujer no está completamente presente debido a la represión y a la violencia
sexual que ha experimentado en los últimos miles de años. Algo se ha cerrado, especialmente dentro de su abdomen en los
chakras inferiores.
Imaginen
que una especie de escalera aparece desde el cielo y la energía femenina total y
auténtica lentamente desciende hacia abajo,
y hagan esto para ustedes mismos así como también para la totalidad de la
energía femenina en esta época. Ella necesita sentirse bienvenida en la Tierra,
porque ella se ha separado de la Tierra debido a la agresión y al dolor que ha
experimentado.
Este dolor está presente en todos ustedes, ya sean ahora una mujer o un hombre.
Es por esto que
es tan difícil permitirle la libertad de expresión a vuestros sentimientos y
atreverse a ser quienes son en lo profundo de vuestra alma.
Visualizarse en un triángulo con estas dos
figuras, la energía masculina y la energía femenina. Éstas son imágenes que
tienen que ver con ustedes, con vuestra vida como un individuo, y al mismo
tiempo estas imágenes trascienden vuestra vida individual porque son campos de
fuerza que impregnan a la sociedad como un todo.
El reconocer las heridas del pasado a través
de estas figuras imaginarias en esta visualización, ustedes también sanan una
parte de ustedes mismos y se liberan del pasado. Una vez más pueden volverse un
hombre inspirado, sensible, y una mujer poderosa, segura de sí misma,
intuitivamente dotada. De este modo, ustedes se libran del dolor del pasado así
como también suman sanación a la conciencia colectiva.
Pamela Kribbe -
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